La estación del Grao está considerada como la más antigua que se conserva en España. Se inauguró en 1852, como parte de la línea Valencia-Grao, el tercer ferrocarril en entrar en servicio en nuestro país. Estuvo en funcionamiento hasta 2004.
Se cuenta que las pruebas previas a la inauguración se hicieron con una locomotora apodada ‘La Valenciana’ que era capaz de alcanzar los 75 Km/h causando el pánico a los labradores que faenaban cerca de la vía.
El Asilo de Lactancia, ubicado en la calle Amadeo de Saboya, es uno de los pocos edificios que se conservan de la mítica Exposición Regional Valenciana de 1909. El edificio se destinó a guardería de los hijos de las trabajadoras de la Tabacalera, situada justo enfrente. En la actualidad, aprovechando un cercano manantial de aguas termales que aflora a más de 600 metros de profundidad, se ha convertido en un spa urbano (el Balneario de la Alameda). Recuperándose así la función de centro termal que durante décadas ejerció el vecino edificio que ahora alberga el Hotel Westin.
Durante este fin de semana se celebra en Valencia una muy interesante iniciativa llamada Ciutat Vella Oberta, un festival artístico multidisciplinar con diversos espacios expositivos, talleres y actividades culturales. Esto ha permitido transformar el solar que existe entre las calles Alta y San Miguel en un jardín con música chill-out que funciona como un inusual y fascinante lugar de descanso.
Enfrente del Cementerio General, existe otro camposanto mucho más pequeño conocido como el Cementerio Inglés. Se construyó durante el S. XIX para dar sepultura a los súbditos ingleses de religión protestante que habían llegado a Valencia durante la Revolución Industrial (De hecho, el cementerio pertenece a la Corona Inglesa). Durante mucho tiempo se utilizó además para enterrar a todos aquellos que no profesaban la religión católica y por lo tanto sus restos no podían descansar en el General, contabilizándose más de una veintena de nacionalidades distintas y varias religiones.