Fotografía: Wikipedia
Un extraño depósito industrial emerge en la esquina del jardín de la calle Fuencaliente, entre las avenidas del Puerto y Baleares. Se trata de un gasómetro de la antigua fábrica de Gas Lebon, que estaba ubicada en los terrenos que actualmente ocupan el jardín y las fincas colindantes.
El nombre de Gas Lebon se debe a Charles Lebon, industrial francés que en 1843 creó la primera fábrica de gas en España. Fue en Barcelona, y tan solo un año más tarde se inauguraba en Valencia (concretamente en la Glorieta) el alumbrado público con farolas de gas. A finales del S. XIX cuando el alumbrado comenzó a funcionar con energía eléctrica la utilización del gas se orientó a la producción de agua caliente para consumo y calefacción.
Las primeras instalaciones de Gas Lebón en Valencia se encontraban a la altura de la calle Grabador Esteve, pero con motivo de las obras del Ensanche de Valencia, en 1867 se decidió construir una nueva fábrica cerca del Puerto, de la cual permanece como recuerdo este gasómetro.
Fotografía: Google Maps
Seguro que te has preguntado alguna vez por la función de las dos antiguas torretas que flanquean el inicio del Paseo de la Alameda. Fueron construidas en 1714 para alojar a los encargados del cuidado y mantenimiento de los jardines de la Alameda, así como de las huertas cercanas. Están dedicadas a San Felipe (la más cercana al rio) y a San Jaime.
Están formadas por dos cuerpos prismáticos rematados en un chapitel piramidal de tejas vidriadas de color azul cobalto. Sus fachadas están adornadas con los blasones de las familias más influyentes de la ciudad en el momento en su construcción. También figura el escudo de armas del Rey Felipe V de Borbón, que contrasta con la arquitectura de las torres que recuerda claramente a la de algunos edificios de la dinastía los Austrias, especialmente en la ciudad de Madrid.
Junto a estos adornos heráldicos, luce un extrañísimo escudo de la ciudad de Valencia con las eles invertidas y un rat penat barrigón con más aspecto de chimpancé que de murciélago.
Fotografía: La Valencia Insólita
Durante los últimos días y a raíz de la negativa de la Consellería de Transparencia a la solicitud por parte de un particular de pasar la noche en sus instalaciones para investigar supuestos fenómenos paranormales, ha vuelto a poner de actualidad uno de los lugares encantados más emblemáticos de Valencia: La antigua clínica maternal de la Alameda conocida popularmente como La Cigüeña.
El edificio, sede de la consellería, es fruto de la remodelación llevada a cabo en 1951 por el arquitecto Antonio Gómez Davó, que imprimió a la reforma un marcado estilo casticista. Su denominación popular se debe a la escultura de una cigüeña en la fachada.
Cobró cierta fama cuando en 1990 la prensa se hizo eco de las apariciones de un ente sobrenatural que pronto sería conocido como La Dama de Rosa. Relataban los testigos haber escuchado llantos de un niño y observado la presencia de una mujer vestida con un camisón rosa que vagaba por los pasillos en busca de su hijo. Hubo quien la identificó con Lourdes, una madre que murió de parto en la época en que el edificio fue clínica maternal…
Fotografía: La Valencia Insólita
En el Paseo de la Pechina, a la altura de la antigua cárcel de mujeres, el pretil del rio rompe su largo trazado creando un recoveco a modo de balcón sobre el antiguo cauce del Turia. Frente a él se conserva un banco de piedra que data de 1756, según reza la inscripción que aparece tallada en su respaldo.
Desde este banco los magistrados de la Junta de Murs i Valls de Valencia (institución de origen medieval encargada de la construcción y mantenimiento de las obras publicas de la ciudad) controlaban y registraban el paso de maderas procedentes de la comarca de los Serranos que eran conducidas flotando sobre el rio por ganxers hasta el embarcadero que había aguas abajo.